Testing en Campanarios de Azaba

Sympetrum fonscolombii, macho, Campanarios de Azaba, Espeja (Salamanca), mayo 2011

El pasado fin de semana estuve en uno de estos fantásticos testing que organiza la plataforma de internet Biodiversidad Virtual. Estuvimos en la Reserva Biológica de Campanarios de Azaba, en el término salmantino de Espeja, rayano con la frontera portuguesa. Fueron dos magníficas jornadas de campo rodeados de encinas centenarias, matorrales espesos, bajo la mirada de un buitre negro (Aegypius monachus) y con unas fugaces observaciones de mi primer meloncillo (Herpestes ichneumon) en Iberia y de un gato montés (Felis sylvestris), entre otras muchas cosas. Flora espectacular y una sorprendente diversidad de odonatos. Saqué 10 especies, lo que no está nada mal teniendo en cuenta de que la comarca que mejor controlo es el Sur de la provincia de Zamora, con mayor diversidad de hábitats que aquí y después de 3 años, creo que tengo citadas 13-14 especies. Me supongo que tendrá mucho que ver que la ausencia de ganado en esta dehesa hace que las charcas mantengan la vegetación periférica todo el año, a salvo de pastoreo y pateo, y que no haya vacas que se meten en la charca a beber y cagar en una especie de escatológico reciclaje. Una maravilla. Callopteris xanthostoma rara Ischnura graellsii muy común Enallagma cyathigerum común Lestes barbarus escasa Lesdes dryas rara Aeshna mixta rara Anax imperator escasa Libellula depressa común Orthetrum coerulescens rara Sympetrum fonscolombii rara

Lestes barbarus, macho, Campanarios de Azaba, Espeja (Salamanca), mayo 2011 Es muy probable que si estuviera varios días prospectando la charca, los status quo de estos odonatos, pasaran al menos de la categoría de raros a escasos. ¿Lo más destacado?. La presencia de una rara libélula de la provincia de Salamanca que me comentó otro de los asistentes: Coenagrion mercuriale.  Desde aquí, gracias a los anfitriones: la Fundación Naturaleza y Hombre y los organizadores, la misma fundación, la plataforma Biodiversidad Virtual y el fotógrafo Yuri Pórtoles. Ganas tengo de que haya otra de estas quedadas.